Café Guerbois

Fue uno de los templos de la vanguardia artística parisina. Hacían tertulias a las que acudían artistas, pintores, escritores y músicos. Las noches de los jueves estaban reservadas especialmente para sus reuniones. El centro la tertulia era Edouard Manet, siempre acompañado de amigos. Allí se ven casi a diario Guy de Maupassant, Mallarmé, Zola, Baudelaire, Edgar Degas, Monet, Pissarro, Renoir, Cézanne y Bazille. El Café era un pequeño lugar ruidoso lleno de mesas de mármol, sillas de metal, paredes de madera y humo. En un extremo, detrás de la barra, jóvenes señoritas servían las consumiciones. Manet escribía así sobre las tertulias del Guerbois:

"Nada pudo haber sido más estimulante que los debates regulares que acostumbrábanos tener allí, con sus constantes divergencias de opinión. Mantenían aguzado nuestro ingenio, y nos proporcionaban una reserva de entusiasmo que nos duraba semanas y nos sostenía hasta que se concretaba en la realización de una idea. De esas discusiones emergíamos con una decisión fortalecida y con nuestros pensamientos más claros y mejor definidos".

El Guerbois pasó de moda después de 1870, y a partir de entonces, las tertulias se harían en el Café "La Nouvelle-Athénes".

Fantin-Latour. Un estudio en Batignolles. 1870


Esta obra no es del Café Guerbois, pero representa un poco de lo que significaron aquellas tertulias, ya que muestra algunos de los artistas que las frecuentaron. Manet está en el centro, sentado ante un caballete. De pie, en primer plano, Bazille acompañado de Claude Monet, que mira al espectador. A la derecha de Bazille, el músico Edmond Maître y el escritor Émile Zola. Renoir y Otto Schölderer completan la galería de personajes.

 
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