Aparte de pintor, fue coleccionista, mecenas y organizador de exposiciones. Nació el 19 de agosto de 1848 en el seno de una familia parisina de clase alta. 
En 1868 obtuvo el título en derecho y dos años después la licencia para ejercer la jurisprudencia. Cabe mencionar que también fue ingeniero. Poco después de que concluyese sus estudios fue reclutado en el ejército. Después de la guerra, Caillebotte ingresó en el taller del pintor León Bonnat, donde inició seriamente el estudio de la pintura. Con el paso del tiempo desarrolló su propio estilo y estableció su primer taller en la residencia de sus padres. En 1873, aprobó el examen de admisiones de la École des Beaux-Arts, sin embargo no permaneció mucho tiempo en la academia. Heredó la fortuna de su padre, y después de que falleciese su madre, los tres hermanos se dividieron la herencia familiar, siendo un dinero importante para permitirle consagrarse a su pasión por la pintura. Más joven que la mayoría de sus colegas impresionistas, no participa en la primera exposición de 1874, pero sí lo hace en la de 1877, causando estupor entre críticos y compañeros. Su obra resultaba extraña: mientras que el dibujo y las composiciones resultaban muy similares a la pintura académica e incluso obsoleta del Salón, sus colores y pinceladas tenían una vocación claramente impresionista.
© Theartwolf y Wikipedia
En 1868 obtuvo el título en derecho y dos años después la licencia para ejercer la jurisprudencia. Cabe mencionar que también fue ingeniero. Poco después de que concluyese sus estudios fue reclutado en el ejército. Después de la guerra, Caillebotte ingresó en el taller del pintor León Bonnat, donde inició seriamente el estudio de la pintura. Con el paso del tiempo desarrolló su propio estilo y estableció su primer taller en la residencia de sus padres. En 1873, aprobó el examen de admisiones de la École des Beaux-Arts, sin embargo no permaneció mucho tiempo en la academia. Heredó la fortuna de su padre, y después de que falleciese su madre, los tres hermanos se dividieron la herencia familiar, siendo un dinero importante para permitirle consagrarse a su pasión por la pintura. Más joven que la mayoría de sus colegas impresionistas, no participa en la primera exposición de 1874, pero sí lo hace en la de 1877, causando estupor entre críticos y compañeros. Su obra resultaba extraña: mientras que el dibujo y las composiciones resultaban muy similares a la pintura académica e incluso obsoleta del Salón, sus colores y pinceladas tenían una vocación claramente impresionista.© Theartwolf y Wikipedia
