Nació en El Havre y estudió durante un corto periodo en la Escuela de Bellas Artes de París. En un principio Dufy estuvo sometido a la influencia de los i
mpresionistas, pero en 1902 conoció a Henri Matisse y a otros pintores fauvistas, y adoptó este estilo. Poco a poco su obra se hizo más amable, alegre y luminosa, mostrando un predominio cada vez mayor de la línea, características que fueron más evidentes en sus acuarelas. Dufy fue un pintor célebre en su tiempo, un artista reconocido en el París vanguardista de principios del XX. El de Dufy es un mundo perfecto, poblado por una humanidad ideal. Es el pintor de la Belle Epoque, de su mundo de regatas y carreras de caballos. El artista quiere representar un universo en fiesta, y sus obras tratan de evocar la alegría de vivir, alejándose de la tristeza y la desgracia. Ello le acarreó tantas alabanzas como reproches por parte de la crítica y el público. Sus detractores le acusaban de una mundana ligereza en sus cuadros, pero Dufy no permitió que su paleta se tornara sombría hasta la senectud, cuando empezó a pintar obras que incluían figuras metafóricas de la muerte, pero sin abandonar jamás la luminosidad y la amplia gama cromática que lo definían como artista. Además de pintor fue artista gráfico y diseñador textil.
