Pierre Bonnard fue un hombre modesto, sensible y reservado cuya vida transcurrió placidamente, sin aparentes sobresaltos. Su padre quiso que
estudiara Derecho e hiciera carrera en la Administración; de niño habia sido un buen estudiante, así que no le debió de costar gran esfuerzo satisfacer a su padre y obtener la licenciatura. Mientras estudia en Paris, se matricula en Bellas Artes. "France-Champagne" le compra por cien francos el boceto para un cartel publicitario y el señor Bonnard acepta de buen grado que su hijo cambie los libros de leyes por los pinceles. Su cartel causa gran impresión en Toulouse-Lautrec, que no para basta conocer al joven artista. Un críico se referirá a él como "delicioso ornamentador, tan hábil y rico en recursos como un japonés y capaz de embellecer las cosas feas de nuestra vida con los frutos ingeniosos e iridiscentes de su imaginación". En 1894, Bonnard conoce a Marie Boursin (Marthe), con quien compartirá su vida. Marthe, enfermiza y de carácter complicado, sera la modelo de las famosas toilettes. En 1910, Bonnard pasa los inviernos en el Midi, y coincide con Renoir, mientras en verano se instala en Normandia y el valle del Sena, donde compra una casita. AlIí visita tambien a Monet en su retiro de Giverny. En 1925 compra una pequeña villa en Le Cannet, donde se queda en 1939, al comenzar la Segunda Guerra Mundial. Su obra y su prestigio se han ido afirmando casi desde el principio de su carrera en silencio. Sus ultimos años son amargos por la muerte de su inseparable amigo Vuillard, en 1940, y, sobre todo, de su esposa, dos años más tarde. Ni siquiera eso alteró la densa serenidad de una de las mayores obras pictoricas del arte moderno.
© http://www.imageandart.com/

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