Nació en el seno de una modesta familia de artesanos. Trasladado a París a los once años de edad, contó con la protección del escultor Jean-Baptiste Carpeaux, y estudió en la École des Beaux-
Arts, pero su formación fue autodidacta en gran medida. Entró a trabajar con el caricaturista André Gill, y realizó ilustraciones para Le Monde parisien y Le Rire, representando principalmente el mundo del teatro y los cafés, pero buscó el humor en todos los contextos. Participa en las tertulias del Café Guerbois y luego en la Nouvelle-Athènes. Hizo amistad con Verlaine, Rimbaud, Degás y Manet. Comparte por un tiempo habitación con Rimbaud, en Montparnasse, le presta su ayuda, pero más tarde se distancia de él por la polémica que le rodeaba continuamente. Según sus propias palabras: "Me alojé con él durante dos meses en la Rue Campagne-Première, en un cuchitril espantoso. A él le iba bien, le agradaba, era así de sucio. Sólo teníamos una cama, él dormía encima del somier y yo en el suelo, sonbre el colchón. [...] La vida con Rimbaud era imposible, porque bebía absenta y en cantidades ingentes. Si le llevaba al Louvre, adonde iba a menudo a estudiar en invierno, pues éramos pobres y allí se estaba caliente, Rimbaud se aburría delante de los cuadros y prefería mirar por las ventanas. Le gustaban más los cafés.". Forain admiraba a Goya, y visita Madrid dos veces con su esposa Jeanne, la segunda vez para visitar una exposición sobre el pintor español. Se le consideraba un precursor de Toulouse Lautrec. A partir de 1909 abandona la temática nocturna para interesarse por asuntos religiosos que plasma en aguafuertes y grabados. Su lenguaje se acerca al expresionismo por la deformación que realiza de los personajes. Durante la guerra de 1914-1918, se alista en la sección de camuflaje y sus dibujos de prensa exaltan el patriotismo de sus contemporáneos. Colmado de honores, pinta incansablemente el mundo parisino de la posguerra.
Arts, pero su formación fue autodidacta en gran medida. Entró a trabajar con el caricaturista André Gill, y realizó ilustraciones para Le Monde parisien y Le Rire, representando principalmente el mundo del teatro y los cafés, pero buscó el humor en todos los contextos. Participa en las tertulias del Café Guerbois y luego en la Nouvelle-Athènes. Hizo amistad con Verlaine, Rimbaud, Degás y Manet. Comparte por un tiempo habitación con Rimbaud, en Montparnasse, le presta su ayuda, pero más tarde se distancia de él por la polémica que le rodeaba continuamente. Según sus propias palabras: "Me alojé con él durante dos meses en la Rue Campagne-Première, en un cuchitril espantoso. A él le iba bien, le agradaba, era así de sucio. Sólo teníamos una cama, él dormía encima del somier y yo en el suelo, sonbre el colchón. [...] La vida con Rimbaud era imposible, porque bebía absenta y en cantidades ingentes. Si le llevaba al Louvre, adonde iba a menudo a estudiar en invierno, pues éramos pobres y allí se estaba caliente, Rimbaud se aburría delante de los cuadros y prefería mirar por las ventanas. Le gustaban más los cafés.". Forain admiraba a Goya, y visita Madrid dos veces con su esposa Jeanne, la segunda vez para visitar una exposición sobre el pintor español. Se le consideraba un precursor de Toulouse Lautrec. A partir de 1909 abandona la temática nocturna para interesarse por asuntos religiosos que plasma en aguafuertes y grabados. Su lenguaje se acerca al expresionismo por la deformación que realiza de los personajes. Durante la guerra de 1914-1918, se alista en la sección de camuflaje y sus dibujos de prensa exaltan el patriotismo de sus contemporáneos. Colmado de honores, pinta incansablemente el mundo parisino de la posguerra.Le Trottin de Paris 
Anna de Noailles
Danse
use et son admirateur
Scène de tribunal
